Un espacio natural único, paisajes extremos, planos espectaculares, que junto con el clima nos brindó la oportunidad de convertir la sesión postboda en una mini aventura que pudimos disfrutar como niños.
Las dunas han sido el escenario perfecto para realizar algunas fotos arriesgadas que reflejaran la intensidad de sus sentimientos.
Y cuando la pareja, el lugar y la luz son perfectos, también el resultado es maravilloso .